Articulación alveolodental II

ALVEOLO Y CRESTA ALVEOLAR
Con el nombre genérico de alvéolo se denomina a la cavidad localizada dentro de la cresta alveolar de los huesos maxilares y mandíbula y sirve, para alojar a la raíz dentaria.

La cresta alveolar se compone de dos láminas óseas muy compactas, una externa y otra interna que guardan en su interior tejido trabecular; esponjoso. El conjunto de cresta alveolar y dientes se desarrollan al mismo tiempo creciendo y constituyéndose, por cuya razón la cavidad alveolar tiene la misma configuración de la raíz del diente que la ocupa.

Cuando la raíz es múltiple, los a1véolos se encuentran separados por crestas de hueso esponjoso que toman el nombre genérico de tabique interradicular que son diferentes de los tabiques interalveolares o interdentarios qué lo hacen entre uno y otro diente.

La cavidad alveolar está delimitada por las paredes; o superficies formadas por las láminas óseas externa e interna y los tabiques interalveolares e interradiculares entre una y otra cavidad. A esta superficie interna del alvéolo se le considera cubierta por la membrana parodontal, que es el medio fijador alveolodental.

INSERCION O FIJACION ALVEOLODENTAL

En la articulación alveolodental o articulación dentaria se describirá, el ligamento que une dos superficies duras; la cara interna del alveolo y la superficie del cemento que corresponde al diente.

Este espacio comprendido entre las superficies cemento y alvéolo es muy reducido. En casos normales varía de 0.15 a 0.35 mm algunos autores lo estiman en más de 0.40 mm y está ocupado por una membrana de constitución fibrosa Fibras de Sharpey, se le llama ligamento parodontal o periodóntico. Tiene la capacidad de producir tejido óseo a manera de la función exclusiva del periostio y además de formar cemento. Estas cualidades hacen de la membrana parodontal un elemento de suma importancia, cuyo estudio debe hacerse con mucha especialidad.

Está compuesto por dos diferentes conjuntos tisulares: uno exclusivamente fibroso y sumamente resistente. El otro es de constitución blanda.

Las fibras en el primero no son rectas sino onduladas, razón por la cual pueden flexionarse y estirarse sin ser elásticas. Están distribuidas de tal manera que sujetan a la raíz, quedando ésta suspendida en medio y dentro de la cavidad alveolar. Al ser comprimida la raíz hacia el interior del alvéolo en la acción masticatoria, las fibras resisten ese trabajo poniéndose en tensión. La fuerza que se produce tiene como resultante que tira hacia adentro las paredes del alveolo.

El otro conjunto tisular de constitución blanda, está compuesto principalmente por tejido conjuntivo laxo, además, contiene vasos sanguíneos y linfáticos, porciones minúsculas de epitelio llamados nidos epiteliales de Malassez, terminaciones nerviosas y líquido intercelular, sirven de relleno a los intersticios que dejan los haces del tejido fibroso y todo ello actúa de diferente manera al efectuarse la masticación. Trabaja en sentido inverso al fibroso; al ser comprimido sirve como amortiguador hidráulico, comunicando a las paredes del alvéolo la fuerza o presión producida difundiéndola en toda la superficie articular.

La tracción que sufre la pared alveolar por las fibras que soportan la raíz es neutralizada por la compresión del conjunto de tejido blando que sirven de relleno. En este caso la raíz hace las veces de émbolo que comprime uniformemente los tejidos blandos. Por tanto, no sólo se debe conceptuar suspendida por las fibras del parodonto, sino que se debe considerar que está flotando en un medio semilíquido que yace en el fondo del alvéolo. En esta forma puede explicarse el mecanismo que impide a la raíz inclinarse más adentro del alvéolo con la presión causada por los movimientos de masticación y producir compresión en los vasos sanguíneos dificultando el flujo nutricional.

En un corte longitudinal de la articulación, la orientación de las fibras del parodonto se observa como sigue:

En primer término, se encuentra el ligamento circular formado por fibras que van de encía o borde gingival a cemento. En seguida, fibras ligamentosas que van de cemento a cemento, entre un diente y otro, atraviesan el septum medio, son las fibras transeptales, y más adentro las de borde alveolar a cemento. Esto sucede hacia la porción marginal de la encía; las fibras soportan el borde libre y papila interdentaria. La inserción del ligamento marca el lugar preciso del cuello clínico y también el tamaño de la corona funcional del diente.

En el interior del alvéolo existen otros ligamentos que toman diferentes direcciones; pueden ser horizontales, oblicuos y verticales al eje longitudinal del diente y se distribuye en toda la superficie radicular; además, se encuentra el cojinete apical que sujeta la raíz en el fondo del alvéolo.

La distribución de todos estos ligamentos explica la flexibilidad de la articulación alveolodentaria, asi como la posibilidad de hacer grandes esfuerzos, con los dientes sin provocar fracturas en ellos ni en el tabique óseo.

El estudio de la articulación alveolodental es el del parodonto. Debe abarcar todos los elementos que lo constituyen: encía, hueso, ligamento y diente. Su importancia en la función de retener el diente en posición adecuada para la masticación es muy grande, de ella depende su correcto desempeño. Sintetizando se puede enumerar:

  • La encía que rodea al diente en el cuello, protege la inserción del ligamento parodontal de las agresiones proveniente de la acción mecánica de la masticación.
  • El hueso que constituye el alvéolo o cavidad alveolar, soporta a la encía por el lado externo y al ligamento por el otro, el que a su vez fija al diente.
  • El ligamento parodontal, que por su versatilidad de función se le ha llamado periostio-alveolar, fija al diente con una firmeza extraordinaria. No obstante, proporciona a la articulación una adecuada "flexibilidad" para que no sea traumatizada con la dureza de las dos superficies rígidas como son la del diente y la del hueso al ser presionada con la fuerza de masticación en sus impactos.

El diente, cuya superficie articular está cubierta por el más elástico de sus tejidos duros que es el cemento, es también donde se insertan las fibras del ligamento parodontal.

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