Etiología de las maloclusiones

La oclusión se refiere al alineamiento de los dientes y la forma en que encajan los dientes superiores e inferiores (mordida). La oclusión ideal se presenta cuando todos los dientes superiores encajan o ajustan levemente sobre los inferiores. Las puntas de los molares encajan en los surcos de los molares opuestos y todos los dientes están alineados, derechos y espaciados de manera proporcional. Así mismo, los dientes superiores no permiten que las mejillas y los labios sean mordidos y los inferiores protegen la lengua.

Es la razón más común para remitir a una persona al ortodoncista. Muy pocas personas presentan una oclusión perfecta; sin embargo, la mayoría de las anomalías de la oclusión son tan mínimas que no requieren tratamiento. Con el tratamiento de la oclusión dental defectuosa de moderada o severa, los dientes son más fáciles de limpiar y hay menos riesgo de caries y enfermedades periodontales (gingivitis o periodontitis). El tratamiento elimina la tensión sobre los dientes, la mandíbula y los músculos, lo cual disminuye el riesgo de ruptura de un diente y reduce los síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular.

La oclusión dental defectuosa es casi siempre hereditaria. Puede existir una desproporción entre el tamaño de las mandíbulas superiores e inferiores o entre el tamaño de la mandíbula y el diente, provocando un apiñamiento de los dientes o en patrones de mordida anormales. Los dientes extras, malformados, impactados o perdidos y los dientes que erupcionan en una dirección anormal pueden contribuir a que se presente este problema. Las variaciones de tamaño o la malformación bien sea de la mandíbula inferior o superior pueden afectar la forma de los dientes, como lo pueden hacer los defectos de nacimiento como el labio y paladar hendidos.

Durante la lactancia, los hábitos personales como chuparse el dedo, presión de los dientes con la lengua, el biberón después de los tres años y tomar biberón durante mucho tiempo también pueden afectar en gran parte la forma de los maxilares. El ajuste inadecuado de las obturaciones, coronas, prótesis, retenedores y frenillos, al igual que la mala alineación de las fracturas de la mandíbula y los tumores de la boca o de la mandíbula también pueden causar oclusión dental defectuosa.

1. La oclusión dental defectuosa tipo 1 es la más común y se produce cuando la mordida es normal, pero hay dientes apiñados o ubicados incorrectamente.

2. La oclusión dental defectuosa tipo 2, llamada retrognatismo o sobremordida, se presenta cuando el maxilar superior y los dientes superiores se sobreponen a los dientes y a la mandíbula inferior.

3. La oclusión dental defectuosa tipo 3, llamada prognatismo o submordida, se presenta cuando la mandíbula inferior sobresale hacia adelante y los dientes inferiores se extienden por encima de los dientes superiores.

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